El reencuentro tras el verano siempre es un momento clave de la temporada, ya que exige mucha concentración en los jugadores que están bien clasificados (para no perder su posición) y mucha más para los que vienen por detrás, deseosos de arrebatar uno de los codiciados puestos que dan acceso a la Gran Final.
Y en El Fresnillo, como no podía ser de otra forma, la historia se repitió una vez más.
Muy buenos resultados en general y muy, pero que muy buenos, para un selecto grupo, que alcanzaron el mítico nivel de los 40 puntos.
Se nota que algunos jugadores se han tomado el serio el torneo y han entrenado durante las vacaciones, mientras que otros todavía tienen la cabeza en las hamacas de la playa, en las paletillas de cordero y en las siestas de tres horas y orinal, que han estropeado totalmente su juego.
Esperemos que lo recuperen en el último torneo de la temporada en La Faisanera, porque clasificarse o no puede ser cosa de apenas un punto, por lo apretado de las clasificaciones, y el recorrido segoviano, aunque fácil, siempre da motivos para jugarlo con respeto.
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Volviendo a El Fresnillo, el que mejor lo hizo fue Antonio Piedra, que espoleado por su derrota en la final del Match Play se tomó la justicia por su mano y se reivindicó ante el público con un 45 en la clasificación general, una cifra al alcance de muy pocos esta temporada.
Y si hablamos de alcance, su driver sigue estando en distancias muy por encima de casi todos los miembros del club y si lo logra enderezarlo es un jugador prácticamente imbatible y a tener en cuenta en todos los torneos.
En la categoría femenina, Pamela se hizo con la primera posición, con unos imponentes 40 puntos, mientras que el scracht fue para Luis Gil, un viejo conocido del club (pero muy joven de edad) que vuelve con nosotros tras un tiempo desaparecido (por lo bien que lo hizo, seguro que entrenando a tope)
Para los que lo hicieron peor, pues bueno, les queda el reencuentro con los amigos y compañeros del golf tras las vacaciones y esas cañas al terminar el partido, en las que compartir penas y excusas, como que los greenes estaban rapidísimos o que las calles estaban blandas y no corría la bola o que un colibrí me desvió el tiro... etc, etc.
¡¡¡Lo de siempre!!!
Nos vemos en La Faisanera.
